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Olavarría cuenta con un nuevo sistema de alertas y botones antipánico

Se trata del sistema AlertaTel, que se utiliza en varios municipios bonaerenses y que fue contratado recientemente para responder a la creciente demanda de botones y asistencia requeridos desde la Justicia y la comunidad.


La noticia plantea dos aristas que no pueden eludirse. Por un lado, la adquisición de nuevas tecnologías y herramientas para ponerlas a disposición de la comunidad y los organismos que así lo requieran. Pero, a la par, que además del desafío y necesidad de estar al corriente de las nuevas tecnologías, todo responde también a un “flagelo” cada vez más creciente y preocupante, tal cual lo definieron los entrevistados, como lo es la violencia de género y familiar.

 

“Tenemos que estar a la altura de las nuevas tecnologías, por eso se incorpora esta nueva herramienta”. Quien habla es Daniel Manuel, el director del Centro de Monitoreo Municipal, quien en los últimos días volvió a recibir a Central de Noticias para contar una importante novedad, como lo es la adquisición de un nuevo sistema de alerta o llamados de emergencia que ya se encuentra a disposición de quienes lo necesiten.

 

 

En esta ocasión la entrevista contó con otro protagonista, el abogado José Pablo Rosatto. “Nosotros tenemos dividida lo que es la parte técnica, la parte de ingreso de información y tenemos también el vinculo con la Dirección de Políticas de Género, que se a través de José, que es el asesor letrado nuestro y es el vínculo con la dirección de Políticas de Genero”, explicó Manuel, quien refirió que esa comunicación también se hace efectiva con fiscalía y con el Juzgado de Familia, al que le dedicaron un apartado especial, halagando el vínculo gestado y la predisposición del flamante titular, el doctor Santiago Arrondo.

 

AlertaTel

 

“Tanto físicos como aplicaciones”, coincidieron Rosatto y Manuel al momento de explicar en qué consisten estos nuevos botones que ya fueron asignados a mujeres víctimas de violencia de género. “Es una empresa de Buenos Aires que es proveedora de varios municipios, es una combinación de botones antipánico con Ojos en Alerta”, explicó el asesor letrado del Centro de Monitoreo.

 

 

En ese detalle refirió que la elección del nuevo servicio responde tanto a cuestiones “técnicas” como “tecnológicas”. “Cuenta con mejor tecnología en cuanto a GPS y alcance”, añadió Rosatto mientras exhibía cómo se puede llevar adelante el seguimiento de un alerta a través de una pantalla dispuesta en la misma sala donde se lleva adelante el monitoreo de cámaras.

 

La asignación del tipo de botón depende únicamente de los recursos de la mujer o institución a la que se le destine la herramienta, se añadió mientras se refería que se dotará de este servicio también a distintas entidades locales, como lo pueden ser servicios territoriales, tal cual se ejemplificó. “Si posee un dispositivo apto para la instalación de la aplicación, se le instala y se la instruye en cuanto al funcionamiento. En caso de que no tenga, se le entrega un botón antipánico físico”, expresó.

 

 

Uno de los datos a tener en cuenta, si bien el seguimiento se lleva a cabo desde el Centro de Monitoreo, se trata de un servicio que fue contratado a partir de una inversión llevada a cabo desde la Dirección de Políticas de Género Municipal. Fue por ello que en varios apartados se hizo hincapié en el trabajo conjunto, no sólo con esa área, sino también con el Juzgado de Familia, que es desde donde se decide la asignación de esta herramienta.

 

No obstante, también se puso el acento en cómo estos botones también sirve en el fuero penal, ya que el seguimiento de esas activaciones se puede traducir en medidas coercitivas o antecedentes.

 

Funcionamiento y cifras

 

“Es una herramienta que el municipio pone a disposición de la justicia como accesoria contra la lucha de la violencia de género”, enfatizó Daniel Manuel mientras acercaba una suerte de instructivo armado en base de preguntas y respuestas, documento que es utilizado en las capacitaciones que se le realiza a las personas que se les instala la aplicación o se le asigna el botón físico.

 

“Se emite un alerta que automáticamente llega al Centro de Monitoreo”, retomó la palabra Rosatto para explicar cómo es el funcionamiento. “Se manda la activación, y acá tenemos una plataforma donde se divisa quien y donde específicamente fue la activación”, añadió a medida que daba cuenta que esa señal de alerta no necesariamente es en el domicilio particular de la víctima, por lo cual es la clave la precisión del sistema para que la asistencia sea inmediata.

 

 

La consulta particular al manual referida líneas más arriba permitió conocer otras aptitudes que no son menores, como el caso de que además de la señal de alerta al Centro de monitoreo también se envían de manera automática 5 mensajes de texto, 4 de los cuales son contactos personales elegidos por la beneficiaria de la medida de abrigo.

 

“La idea es migrar a este sistema”, continuó Rosatto, quien explicó que en la actualidad coexisten los tres sistemas, ya que debido a la demanda se había dispuesto que víctimas de violencia de género, además de los botones físicos, cuenten con la aplicación Ojos en Alerta. Se refirió, a la par, que la intención es que esta última quede para otro tipo de denuncias, como lo pueden ser conflictos vecinales, violaciones de la cuarentena o hechos delictivos que se estén sucediendo.

 

Lo que no puede eludirse la mención a las cifras y el contexto aludido al inicio de la nota. “Es preocupante la cantidad de instalaciones”, coincidieron. “Un año atrás teníamos entre 60 y 65 botones entregados, hoy tenemos 60 botones, 113 personas con Ojos en Alerta y otros 6 a quienes ya les instaló esta aplicación”, se expresó. “Todo eso lo vamos a volcar a AlertaTel”, completaron.

 

Por último, se puso el acento en “el esfuerzo, la inversión para combatir este flagelo”, a la par de “la articulación de las áreas del municipio para dar solución a la persona que lo necesita”. “Es una estructura de trabajo”, concluyeron mientras incluían en esa articulación la tarea conjunta con áreas por fuera del ámbito municipal, como lo es por ejemplo el Poder Judicial, en un vínculo que debió reconfigurarse también por el contexto de pandemia.