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Zona 30: El caso de Bahía Blanca

Hace unas columnas hablamos de como algunas ciudades habían aprovechado la pandemia como una oportunidad para rediseñar el espacio público, un caso fue el de Pinamar y otro caso, del cual vamos a hablar hoy, es el de Bahía Blanca.


 

Por: Marcos Pascua 

 

Para empezar, vale la aclaración, abordamos el caso de una ciudad costera y con un movimiento cotidiano más relacionado con una ciudad pequeña durante el año y que se multiplica exponencialmente en temporada de verano. Hoy, vamos a hablar de una de las ciudades más grandes de la provincia, la tercera en importancia en cuanto a población fuera del conurbano bonaerense, solo detrás de La Plata y el municipio de General Pueyrredón.

 

Otro punto no menor, los intendentes de ambos municipios van por su segundo mandato y pertenecieron al oficialismo provincial y nacional durante el período 2015-2019 y a la oposición en la actualidad.

 

Bahía Blanca fue uno de los primeros municipios de la provincia de Buenos Aires en avanzar con un proyecto de ordenanza para reducir la velocidad en la zona céntrica a 30 km/h, algo parecido a lo que se presentó en el HCD de Olavarría, pero que un año y medio después, no ha sido tratado.

 

Zona 30

 

Una de las principales medidas que tomó la ciudad de Bahía Blanca desde su Secretaría de Movilidad Sustentable es la regulación de una Zona 30. Las Zonas 30 proponen soluciones viales de bajo costo para reducir la velocidad máxima de los vehículos a velocidades seguras en zonas con niveles altos de siniestralidad y tránsito vehicular. Además, buscan reordenar el tránsito, priorizar la movilidad peatonal y el uso de la bicicleta, mejorando así la seguridad vial, la convivencia y las condiciones ambientales de la zona.

 

 

¿Por qué la velocidad? Porque es una de las principales causas de la siniestralidad vial, lo hemos hablado en numerosas oportunidades en esta columna. No se forman personas para conducir bien y una de las mayores falencias es que no se toma conciencia sobre lo riesgoso que puede ser conducir a velocidad mayores que las máximas, incluso, lo riesgoso que es circular en ciertas zonas a 40 km/h y 60 km/h que son las velocidades máximas de circulación. Si querés profundizar un poco más sobre el tema, te dejo acá una columna exclusiva hablando sobre la velocidad.

 

Y no, si estás pensando que los ciudadanos y ciudadanas de Bahía Blanca llegaron más tarde a todos lados, no fue así. La diferencia entre circular a 40 km/h y a 30 km/h en tiempo, es mínima.

 

De hecho, si nos queremos poner rigurosos, la velocidad media de viaje en una ciudad siempre es menor a la máxima porque frenamos, reducimos la velocidad si hay mucho tránsito, nos detenemos en un semáforo, entre otras acciones que nos llevan a reducir la velocidad.

 

Lo que si cambia, es que aumenta la distancia de frenado, disminuyen las aceleraciones y desaceleraciones y disminuye la contaminación auditiva y ambiental.

 

Ramiro Frapiccini, director del Área de Movilidad Urbana, comentó que “pusimos radares móviles los primeros días de la medida en sectores aleatorios, eso persuade, vimos que la medida se cumplía”.

 

Según la Asociación Civil Luchemos por la Vida, a partir de la implementación de la medida en las 36 manzanas del centro bahiense, se redujeron los siniestros viales en un 67% durante los primeros meses de la medida.

 

 

Ejes de trabajo

Esta medida, como otras que veremos a continuación son llevadas adelante por la Secretaría de Movilidad Sustentable dentro de una serie de ejes:

  • Transporte público
  • Ciclovías
  • Prioridad peatonal
  • Espacios públicos para las personas
  • Seguridad vial

 

Transporte público

En cuanto a las medidas que llevaron adelante para potenciar el transporte público, desarrollaron carriles exclusivos, optimizaron recorridos y realizaron una serie de inversiones para contar con más unidades.

 

Ciclovías

En cuanto a los carriles exclusivos para la movilidad activa, el municipio desarrolló en conjunto con las universidades e instituciones tanto de usuarios como de comerciantes, una red de ciclovías. Su construcción comenzó en 2016 y a la fecha llevan construidos una red de 17 km y esperan construir 10 km más durante el 2022.

 

En este sentido, Ramiró amplió “colocamos estacionamientos para bicicletas en las esquinas, además de generar el estacionamiento en sí, garantizamos mayor visibilidad”.

 

 

Además, están sumando bicicleteros a la red, realizan capacitaciones a usuarios y tienen a disposición un manual para ciclistas urbanos.

 

Prioridad peatonal y espacios públicos para personas

 

Este es uno de los puntos más importantes, es que, con la pandemia y las largas colas que se formaban fuera de los comercios, se dieron cuenta del poco espacio público que tenían en la ciudad para los peatones, lo que derivó en un ensanchamiento de las veredas y la creación de espacios con exclusividad peatonal. Además, se peatonalizaron dos calles que solo se utilizaban para estacionar autos, que se convirtieron en un polo gastronómico.

 

 

En uno de los parques más emblemáticos de la ciudad, cerraron casi todas las calles a los automóviles, ya que era un lugar con muchos siniestros y las peatonalizaron. Las calles que no fueron cerradas, se intervinieron con sendas peatonales elevadas, ciclovías y reductores de velocidad, medidas que modificaron la forma de vincularse con ese espacio de recreación y esparcimiento.

 

 

Seguridad vial

 

Otro de los puntos complementarios tiene que ver con las medidas tomadas en materia de seguridad vial. Entre ellas, se adquirió equipamiento para controlar la velocidad (radares fijos y móviles) y se profundizaron los controles de alcoholemia.

 

En cuanto a las repercusiones de estas medidas aquí descriptas, Frapiccini agregó que “al principio las repercusiones fueron malas, pero hoy la mejor parte de la ciudad es que la fue intervenida”. Desde la secretaría “buscamos cambiar la dinámica de la ciudad”.

 

Las ciudades están cambiando

 

Hablamos de dos ciudades que están cambiando su fisonomía, con una composición totalmente distinta, una es una ciudad pequeña que apuesta principalmente al turismo, la otra, una ciudad de las más importantes de la provincia que tiene un gran desarrollo portuario e industrial.

 

Ambos casos coinciden en que avanzaron en este tipo de cambios luego de la pandemia y durante su segundo mandato, por un lado, la pandemia les hizo darse cuenta de la baja calidad de su espacio público, pero además, ambos ejecutivos avanzaron en cambios culturales profundos en su segundo mandato, tal vez, la legitimidad social de sus proyectos les permitió avanzar en estas decisiones que por lo general son resistidas por la sociedad.

 

Otro punto en común que tienen, es que ambos gobiernos hoy, son oposición, lo cual, en ambos casos no se cumple eso que a veces se repite como un mantra, de que es difícil trabajar siendo oposición.

 

Finalmente, el punto en común más importante, es que las cabezas de ambos ejecutivos tienen la voluntad política de mejorar la calidad del espacio público y pensar en una ciudad para todas las personas.

 

Gracias por llegar hasta acá, nos volvemos a leer en dos semanas.