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Planificar el crecimiento: ¿Alguien quiere pensar en la ciudad?

Cambio climático y el movimiento dentro de las ciudades. ¿Se planifica el crecimiento de una ciudad? ¿Cómo influye eso en el trasporte y la emisión de gases que provocan el efecto invernadero? En este año electoral, sería importante saber en qué ciudad están pensando cada una y cada uno de los precandidatos a Intendente.


Por Marcos Pascua

 

Hay un tema que nos preocupa y ocupa de hace un tiempo a esta parte que es el cambio climático y dentro de él la ciudad. Como nos movemos en ella influye mucho en las emisiones de los gases que producen el efecto invernadero. No solo se trata de sembrar más árboles o no ensuciar la ciudad, sino también de cómo es su configuración, pero ¿cuánto se piensa en esto?, ¿se planifica el crecimiento de una ciudad?, ¿la planificación va detrás del crecimiento? y cómo influye eso en el transporte y la emisión de gases que provocan el efecto invernadero.

 

Una cuestión de emisiones

 

Si hablamos de las principales actividades que emiten los gases que provocan el efecto invernadero, podemos hablar, a grandes rasgos, de tres actividades principales: energía, transporte y alimentación. Estos son los principales ejes a trabajar para disminuir la emisión de gases de efecto invernadero y llegar a eso que muchos países se han planteado como objetivo, que es la carboneutralidad. Claro que aquí hablaremos del transporte.

 

A nivel global, el transporte representa el 15% de las emisiones de gases que provocan el efecto invernadero, pero claro, esto es un promedio. Mientras que en Europa el transporte contribuye a alrededor del 25% a las emisiones, en Estados Unidos representa el 30% y en Argentina ese número es alrededor de un 14%.

 

Distribución porcentual de las emisiones de GEI globales por el sector transporte en el año 2018, considerando distintos tipos de vehículos (Clima, 2022, El Gato y La Caja).

 

No todo da lo mismo

 

Por supuesto que dentro de ese 14% no todas las formas de moverse aportan de la misma manera y para eso vamos a ver un gráfico que surge de un estudio realizado en el Área Metropolitana de Buenos Aires.

 

 

Emisiones de GEI por tipo de vehículo en CABA en 2017 y viajes por modo en el AMBA en 2018.

 

Como vemos en el estudio realizado, los automóviles particulares emitieron alrededor del 50% de los gases que provocan el efecto invernadero y representaron el 23,2% de los viajes realizados en 2018. Veamos el contraste con el transporte público que en 2018 fue responsable del 7,1% de los gases emitidos y representó el 33,4% de los viajes realizados y es por eso que no todo da lo mismo. En este ejemplo, podemos ver como el vehículo particular y el colectivo emiten gases de efecto invernadero, pero su eficiencia es distinta, mientras el auto transporta en promedio 1,3 personas por viaje, el colectivo puede transportar hasta 33 personas sentadas. Incluso, el transporte público es mucho más eficiente si medimos las emisiones provocadas por persona. Ni hablar que este contraste es aún mayor si comparamos automóviles particulares con la bicicleta, el tren o el moverse a pie.

 

Algo parecido sucede con el espacio, para mover aproximadamente la misma cantidad de personas que entran sentadas en un colectivo de línea se necesitarían 16,5 autos si van dos personas en cada uno o casi 25 atendiendo al promedio de 1,3 personas que se mueven en un automóvil promedio. Y el espacio es siempre el mismo, por eso a mayor cantidad de autos, no solo mayor cantidad de emisiones, también más demoras, menos espacio y más embotellamientos, porque en definitiva el auto es un bien de lujo y el lujo no se democratiza. Si todas las personas deciden utilizar su auto, ninguna le puede sacar provecho.

 

¿Por qué nos movemos?

 

Nos movemos por necesidad, ya sea por trabajo, por buscar insumos para nuestra vida cotidiana, por salud o por ocio, pero siempre nos movemos por algún motivo. En el caso de aquellas personas que trabajan en forma remota, no necesitan moverse al trabajo o si, por ejemplo, tienen una huerta de la que proveerse, tampoco irían a la verdulería. En definitiva, siempre nos movemos para suplir alguna necesidad, por eso, la mejor movilidad es la que no tenemos necesidad de hacer.

 

La realidad es que siempre vamos a necesitar suplir alguna necesidad fuera de nuestros hogares y es por eso que nos vamos a tener que mover de un punto A a un punto B, lo ideal sería, que esta distancia sea la menor posible y que en todo caso nuestra elección para movernos sea la de menor emisión posible.

 

El futuro es hoy

 

Este concepto de movernos lo menos posible se refleja en el modelo conocido como “la ciudad de los 15´”, donde todo lo que necesitamos, educación, salud, trabajo, está dentro de un radio de 15´ de viaje de nuestros hogares. Este modelo es en el que debemos pensar y adaptar a nuestras ciudades, porque muchos de los viajes en ciudades como Olavarría, se hacen en 15´o incluso menos.

 

En esa ciudad del futuro, en la que nos movamos lo menos posible o al menos hacerlo en forma sustentable depende de las decisiones que tomemos hoy, porque ese futuro que aparecía en un horizonte lejano, cada vez se nos acerca más, lo bueno es que, aun así, todavía estamos a tiempo de mejorar esta situación, pero claro, depende de cada uno de nosotros tanto en lo individual, como en lo colectivo.

 

Si bien planificar el crecimiento de una ciudad es complejo porque depende de muchos factores, si sería importante saber en este año electoral, en qué están pensando en términos de ciudad, movilidad y seguridad vial aquellas personas que pretenden administrar la ciudad, porque más allá de los debates urgentes, que parecen que son siempre los mismos y a veces aburren o las chicanas políticas, saber en qué ciudad están pensando cada una y cada uno de los precandidatos a intendente de la ciudad es importante y si aún no lo pensaron, desde este humilde espacio invitamos a que lo hagan, porque de eso depende cómo vamos a enfrentar las demandas de un futuro no tan lejano.

 

Nos volvemos a leer en unos días. Buena semana.

 

Fuentes: este artículo tiene base en el capítulo Movilidad del libro Clima de El Gato y La Caja, para acceder al capítulo completo o al libro podés hacer click acá.